PORQUE NUESTRO CORAZÓN SIGUE A LA IZQUIERDA: ENCINAS

Cuando Rosario Robles se postuló como candidata a la presidencia nacional del PRD, nadie previó que ese cuento de hadas se volvería tragicomedia, considerando sus cualidades personales, su exitoso paso por el gobierno del DF y su pertenencia a la corriente de Cárdenas, que en ese momento era el símbolo más sólido de firmeza y honradez del PRD. A la luz de los hechos pueden decirse muchas cosas, pero ni Camilo Valenzuela que ya construía su propia opción osó predecir el futuro.


Sin conocer los detalles del proceso, algunos de quienes hoy formamos Regeneración, apoyamos la candidatura de Robles bajo el principio de que “nuestro corazón está a la izquierda”, ignorando el desenlace. Cuando en su paso por Sinaloa le señalamos públicamente nuestro apoyo y conociendo mejor las entrañas del perredismo, Audomar Ahumada quiso frenar nuestro entusiasmo al son de “todos dicen lo mismo”, a lo que solo contestamos “pues si”, sin descartar riesgos ni alentar mitos y ajenos a la cultura de culto a la personalidad. Sin perder la esperanza en la izquierda y “con la fuerza de la razón”, decidimos apoyar a Alejandro Encinas, no sin antes advertir que nuestro corazón se ha endurecido por fracasos como el de Robles, lo que no quita fuerza a nuestra definición.
En el Consejo Estatal perredista de noviembre 2007, defendimos nuestro respaldo a Encinas sosteniendo que él y Jesús Ortega representan las estrategias más claras para llegar al poder y profundizar la transición democrática traicionada en lo nacional y estancada en lo estatal; Camilo y Monreal son “matices” de izquierda entre Encinas y Ortega, quizas más cercanos a la opción de Encinas; después de haber escuchado sus juicios antiobradoristas durante su paso en campaña por Sinaloa, nos atrevemos a decir que, tal vez, Ramírez Cuéllar esté más cercano a Ortega o a Cuauhtémoc Cárdenas. Si como se rumora, la corriente ADN postulara al exgobernador Lázaro Cárdenas, habría surgido otro “matiz”, cercano a la candidatura de Ortega. Defendiendo con toda legitimidad su candidatura, Camilo Valenzuela contestó en el Consejo que no debiera olvidarse la experiencia de Robles, sugiriendo que Encinas incuba riesgos similares, pero sin advertir nada sobre Ortega.
Regeneración considera que la solidez de la candidatura de Encinas está fuera de dudas, por su firmeza frente al gobierno del DF en los momentos más duros de la lucha contra el fraude electoral del 2006 contra AMLO, lo que además significa una contribución a la construcción del nuevo federalismo con respeto a la autonomía estatal y preservación de la integridad nacional que se construye en México después del sistema centralista y monopartidista que vivimos. Recuérdese que Fox tuvo que salir a Guanajuato a dar el grito de independencia en el exilio, mientras Encinas lo daba en su sede tradicional de El Zócalo capitalino. Esa prueba no la pasó Robles.
La fortaleza de Encinas procede también de su respeto por los acuerdos de la CND y su respaldo a la presidencia legítima de AMLO, fortalecida por el apoyo de Marcelo Ebrard desde el gobierno del DF, lo cual no saben hacer otros gobernadores que presumen defender su estabilidad, cuando en realidad comparten un reformismo moderado que converge con Ortega y que se confronta cada vez más con AMLO, cuya resistencia garantiza más la continuidad de la transición democrática traicionada por el pacto termidoriano del PAN-RI, que da paso a la restauración del viejo sistema para consolidar una alternancia bipartidista antidemocrática y conservadora.
Es la apuesta que Regeneración hace con Encinas, por la que luchará y a la que con todo respeto invita a Camilo, Alfonso y Monreal.

POR REGENERACIÓN
Magali Reyes Chávez, candidata a la presidencial estatal del PRD en Sinaloa
Guillermo Sandoval/Alma Nidia Cosío/Arturo Zavala.